
Ciutadella es una joya al oeste de Menorca. Una ciudad con aire señorial, donde las piedras cuentan historias y el mar se cuela entre callejones antiguos. Fue capital de la isla durante siglos, y todavía se nota en su arquitectura elegante, en sus palacios, iglesias y plazas con historia.
Pasear por su casco antiguo es como viajar en el tiempo: calles estrechas y empedradas, balcones con buganvillas, patios escondidos y rincones llenos de encanto. Pero lo mejor de todo es que Ciutadella no es solo bonita… es acogedora, viva, y muy fácil de disfrutar en familia.
Nuestra Ruta: De Piedras Centenarias a Puestas de Sol de Escándalo
1. Plaça des Born: el corazón palpitante de Ciutadella.
Amplia, luminosa y rodeada de edificios históricos, es uno de esos lugares donde apetece quedarse un rato. Para las familias, es el punto de partida perfecto: desde aquí se llega fácilmente al puerto, al casco antiguo, al mercado o a la catedral. En el centro, se alza un obelisco de piedra que conmemora la defensa de la ciudad ante un ataque turco en el siglo XVI. Puede que los niños no entiendan la historia, pero seguro que acaban corriendo a su alrededor o trepando a los bordillos. A los lados, bancos bajo árboles, terrazas con sombra y mucho espacio para que jueguen sin coches cerca.

2. Catedral de Santa María: Gótico con Acento Menorquín
Imponente pero sencilla, se alza en pleno casco antiguo como si llevara siglos esperando a ser descubierta. Su fachada de piedra clara parece cambiar de color con la luz del día: dorada por la mañana, suave al atardecer. Es un ejemplo precioso del gótico catalán, aunque con toques muy menorquines, como su sobriedad y su conexión con el entorno.

3. Ses Voltes: El Pasillo de los Suspiros
A pocos pasos de la catedral se encuentra Ses Voltes, una de las calles más emblemáticas y fotogénicas de Ciutadella. Su nombre viene de los arcos de piedra (las “voltes”) que forman una especie de galería cubierta, como un pasillo de cuento donde el sol se cuela a retazos.Es un lugar perfecto para pasear con calma, mirar escaparates (hay tiendas de productos locales, calzado menorquín, juguetes artesanos…) y protegerse un ratito del sol menorquín bajo la sombra de sus arcos.
Los niños disfrutan corriendo de un lado a otro, contando las columnas o buscando figuras curiosas en las fachadas. Y si vais por la tarde, cuando baja la luz, es pura magia fotográfica: las piedras doradas, los arcos, los adoquines… parece una película antigua. Además, muchas veces hay músicos callejeros, lo que le da aún más encanto al paseo. Y siempre, siempre, hay alguna heladería cerca para ponerle el broche dulce al recorrido.

4. Puerto: barquitos, escaleras y puestecitos con encanto
Bajar al Puerto de Ciutadella por unas escaleras blancas —anchas y con vistas al mar— te conducen directamente al corazón del puerto. Y justo ahí, en los escalones, suelen instalarse en verano puestecitos artesanales: collares de conchas, bolsos de rafia, juguetes de madera o souvenirs hechos a mano. Siempre pico una cosita que me recuerda al viaje. esta vez fue un pareo precioso.

5. Atardecer en el Bastió de sa Font
Esta antigua fortificación, que una vez protegió la ciudad de invasiones, hoy es un mirador tranquilo desde donde ver cómo el sol se esconde tras los tejados y la piedra brilla como si estuviera encendida.
Subir al bastión es sencillo, incluso con niños pequeños, y el premio está al llegar arriba: unas vistas panorámicas preciosas de los alrededores, con el mar asomando en el horizonte y el casco histórico a tus pies, viendo cómo el cielo se tiñe de rosa y naranja. Es un sitio perfecto para cerrar la tarde con calma. Hay bancos, sombra, y una sensación de paz que invita a respirar hondo y guardar ese momento en la memoria. Si llevas cámara (o móvil), prepara el modo retrato: las fotos aquí salen mágicas.
📸 Fotazas que harán llorar a tu Instagram
- Portal de Sant Roc: El arco más fotogénico con luz de tarde.
- Plaça des Born: Con su obelisco y palacio señorial.
Escalinata del Roser: Donde las buganvillas trepan por muros centenarios.

🍽️ La Ruta Glotona (Imprescindibles)
- Merienda: Forn des Bujosa (Ensaimada rellena de chocolate)
- Cena: Cas Cònsol (Plaça des Born)
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Helado: Sa Gelateria (en frente de la catedral)
Si quieres saber sobre el Restaurante Cas Cònsol, te dejo toda la informacion en Dónde comer en Menorca.
💡 Tip viajero : por la noche cuando se encendieron las farolas, Ciutadella se transformó en un escenario de ópera. Nuestra mejor recomendacion es callejear sin mapa, descubrirás patios llenos de limoneros o una plaza donde unos abuelos juegan a cartas.
